fascitis plantar

Fascitis plantar: Diagnóstico y tratamiento

La fascitis plantar como tal consta de fascia plantar, que consiste en una banda de tejido conectivo que se origina en el calcáneo y se inserta en articulaciones metatarsofalángicas y en las falanges proximales. La fascia plantar tiene una doble función: absorber los impactos que el pie recibe durante la fase dinámica de la marcha y mantener el arco plantar (1,2).

Se denomina fascitis plantar a la fibrosis producida en dicho tejido, la fascia plantar, como resultado de la acumulación de microrroturas generadas por el excesivo soporte de cargas al que está sometida (1,3).  Se estima que afecta a un 10% de la población, siendo la causa más frecuente de dolor en el talón (4,5). Además, numerosos estudios han encontrado una mayor incidencia en personas con edades comprendidas entre los 45 y los 65 años (6).

Los estudios histopatológicos realizados en pacientes diagnosticados de fascitis plantar  han encontrado que dichos pacientes presentan una desorganización del tejido fibroso similar a la que muestran aquellos diagnosticados de tendinosis degenerativa y no cambios tisulares que se correspondan con una inflamación. Por ello, los investigadores han planteado que el término más adecuado para hacer referencia a dicha patología es el de «fasciosis plantar», ya que la palabra «fascitis» indica que existe inflamación del tejido (3,7).

«Los pacientes diagnosticados de fascitis plantar refieren que la intensidad del dolor varía a lo largo del día, notando una mayor intensidad del dolor a primera hora de la mañana,  al comienzo de un entrenamiento y después de periodos de inactividad prolongados.»

Fisioterapeuta experta en Clínica Plussana

Los factores de riesgo que provocan fascitis plantar

Numerosos estudios han descrito cuáles son los factores de riesgo que pueden actuar como desencadenantes de la fascitis plantar. Dichos factores se dividen en dos grupos:

Factores extrínsecos

Se incluye el uso de zapatos inadecuados, una biomecánica corporal deficiente, así como el hecho de caminar descalzo durante periodos de tiempo prolongados.

Factores intrínsecos

Están incluidos factores como la obesidad, la debilidad de los músculos flexores plantares y la existencia de alteraciones en la bóveda plantar tales como el pie cavo o el pie plano (5,8).

¿Cómo se diagnostica la fascitis plantar?

El diagnóstico clínico inicial se basa en la valoración de los antecedentes personales del paciente así como de los factores de riesgo. Posteriormente, se realiza la exploración física. Esta última, se basa en la  palpación del tubérculo medial del calcáneo y de la porción proximal de la fascia plantar, dado que el síntoma que refieren los pacientes con mayor frecuencia es dolor agudo en dicha área.  No obstante, en aquellos casos en los que el paciente presente dolor crónico o difuso, se recurre a las técnicas de diagnóstico por imagen (9,10).

Tratamientos actuales y eficacia

En cuanto al tratamiento, tradicionalmente, se recurría a la infiltración de corticosteroides como primera opción de tratamiento y aunque dicha técnica ha demostrado su eficacia en lo que a la reducción de la sintomatología se refiere, estudios recientes sugieren que la aplicación de técnicas menos invasivas pueden proporcionar una mayor efectividad a largo plazo (8).

Convencionalmente, el abordaje fisioterapéutico de esta patología se ha basado en la aplicación de tratamientos como la crioterapia,  iontoforesis, ultrasonidos, magnetoterapia u ondas de choque (8). Sin embargo, la elección de un protocolo de terapia manual como opción de tratamiento en pacientes diagnosticados de fascitis plantar, ha aumentado progresivamente en los últimos años, mostrando una disminución en el coste y la duración de la atención sanitaria (11,12).

Recientemente, diversos estudios han evaluado la efectividad de diferentes técnicas de terapia manual:

  • La movilización del tejido blando (masaje profundo).
  • Movilizaciones de baja velocidad.
  • Manipulaciones articulares de alta velocidad.

Encontrando más efectivo el tratamiento que combina el masaje profundo de gastrocnemios y fascia plantar con ejercicios de fuerza y estiramientos realizados de forma domiciliaria. (13,6)

En conclusión, la evidencia científica ha demostrado que la realización de un protocolo de fisioterapia que incluya terapia manual y ejercicios de fortalecimiento de la musculatura intrínseca del pie es, actualmente la mejor opción de tratamiento para el abordaje de la fascitis plantar, basándonos en el bajo riesgo y los potenciales beneficios que se derivan de su práctica.

fascitis plantar
Clínica Plussana
Deporte y Salud

REFERENCIAS:

  1. Luffy, L., Grosel, J., Thomas, R., & So, E. (2018). Plantar fasciitis. Journal of the American Academy of Physician Assistants, 31(1), 20–24. doi:10.1097/01.jaa.0000527695.76041.99
  2. Johnson, R. E., Haas, K., Lindow, K., & Shields, R. (2014). Plantar Fasciitis. Orthopaedic Nursing, 33(4), 198–204. doi:10.1097/nor.0000000000000063                                                                                                                                     
  3. Li, X., Zhang, L., Gu, S., Sun, J., Qin, Z., Yue, J., … Gao, R. (2018). Comparative effectiveness of extracorporeal shock wave, ultrasound, low-level laser therapy, noninvasive interactive neurostimulation, and pulsed radiofrequency treatment for treating plantar fasciitis. Medicine, 97(43), e12819. doi:10.1097/md.0000000000012819
  4. Pollack, Y., Shashua, A., & Kalichman, L. (2018). Manual therapy for plantar heel pain. The Foot, 34, 11–16. doi:10.1016/j.foot.2017.08.001
  5. Kamonseki, D. H., Gonçalves, G. A., Yi, L. C., & Júnior, I. L. (2016). Effect of stretching with and without muscle strengthening exercises for the foot and hip in patients with plantar fasciitis: A randomized controlled single-blind clinical trial. Manual Therapy, 23, 76–82. doi:10.1016/j.math.2015.10.006                                                                                                                                       
  6. Monteagudo M, de Albornoz PM, Gutierrez B, Tabuenca J, Álvarez I. Plantar fasciopathy: A current concepts review. EFORT Open Rev. 2018;3(8):485–493. Published 2018 Aug 29. doi:10.1302/2058-5241.3.170080                                                                        
  7. Schwartz EN, Su J. Plantar fasciitis: a concise review. Perm J. 2014;18(1):e105–e107. doi:10.7812/TPP/13-113                                                 
  8. Schwartz EN, Su J. Plantar fasciitis: a concise review. Perm J. 2014;18(1):e105–e107. doi:10.7812/TPP/13-113                                                                    
  9. Lewis RD, Wright P, McCarthy LH. Orthotics Compared to Conventional Therapy and Other Non-Surgical Treatments for Plantar Fasciitis. J Okla State Med Assoc. 2015;108(12):596–598.
  10. Ermutlu C, Aksakal M, Gümüştaş A, Özkaya G, Kovalak E, Özkan Y. Thickness of plantar fascia is not predictive of functional outcome in plantar fasciitis treatment. Acta Orthop Traumatol Turc. 2018;52(6):442–446. doi:10.1016/j.aott.2018.01.002
  11. Fraser JJ, Corbett R, Donner C, Hertel J. Does manual therapy improve pain and function in patients with plantar fasciitis? A systematic review. J Man Manip Ther. 2018;26(2):55–65. doi:10.1080/10669817.2017.1322736
  12. Díaz López, A. M., & Guzmán Carrasco, P. (2014). Efectividad de distintas terapias físicas en el tratamiento conservador de la fascitis plantar: revisión sistemática. Revista Española de Salud Pública, 88(1), 157–178. doi:10.4321/s1135-57272014000100010
  13. Buchanan BK, Kushner D. Plantar Fasciitis. [Updated 2019 Feb 11]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK431073/

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